El campo quirúrgico se define como aquella región que rodea a la incisión quirúrgica. Este campo debe ser estéril y estar libre de cualquier microorganismo que pudiera ocasionar alguna infección al paciente. Están diseñados para crear y mantener el área estéril, por eso es muy importante seleccionar un campo quirúrgico que ofrezca un comportamiento que nos de las garantías necesarias para preservar la seguridad del paciente.
Actualmente, deben estar confeccionados de tela no tejida de polipropileno o de algodón, impermeable a la penetración de líquidos y fluidos, evitando de esta manera la transferencia de bacterias y disminuyendo la infección del sitio quirúrgico. Deben tener un color anti reflectante (azul o verde), y el tejido debe tener propiedades antiestáticas y de resistencia para resistir los procedimientos y las manipulaciones más duras, con adhesivos hipo alergénicos que se fijan en el área quirúrgica protegiendo la piel del paciente. También existen coberturas de polietileno transparente para diferentes aparatos utilizados durante el acto quirúrgico (aparatos de rx, microscopios…) o bolsas de este mismo material para el control de los fluidos (técnicas de artroscopia, urología…).
El paquete quirúrgico que contiene este material debe ser estéril y de un sólo uso. En función del procedimiento quirúrgico y de la zona de incisión, se colocarán delimitando sólo la zona estrictamente necesaria para la cirugía. Muchos de ellos son diseñados específicamente para procedimientos concretos, son los llamados packs de especialidad, de tal forma qué el paquete del campo quirúrgico está adaptado a las necesidades de cada procedimiento concreto. En caso de necesitar campos adicionales, son muchas las posibilidades para encontrar diferentes paños o accesorios de forma individual que complementen al campo específico. En algunos hospitales se están organizando los packs personalizados para ahorrar tiempo en la apertura del campo y, además, y no menos importante, minimizar los residuos que se generan. En ellos podemos encontrar gran parte del material fungible que se va a utilizar en el procedimiento.
La enfermera quirúrgica representa una pieza fundamental en la colocación del campo quirúrgico ya que muchas veces participa en la colocación junto con los cirujanos. Una vez que se ha llevado a cabo el lavado manual mecánico de la zona de quirúrgica y se ha procedido a la aplicación del antiséptico correspondiente, manteniendo los límites de seguridad en función de la técnica que se vaya a realizar podremos colocar el campo quirúrgico. Es recomendable dejar que el antiséptico se seque “al aire” y no utilizar compresas para secar la zona en la que se van a adherir las partes adhesivas del campo.

Debemos tener en cuenta:
- Identificar la orientación del campo o de la sábana que vamos a colocar. En la mayoría de ellos aparece una flecha o un dibujo que señala la cabeza o pies del paciente para que sepamos en qué dirección hay que colocarlo.
- Retirar las cintas que protegen los adhesivos de las sábanas.
- Colocar el campo centrado en el lugar donde va a ser fijado comprobando que las cintas adhesivas quedan bien adheridas.
- Las sábanas vienen dobladas a modo de acordeón de tal manera que con un simple gesto conseguiremos que se despliegue en toda su amplitud.
- Es importante mantener una distancia de seguridad con respecto de la mesa quirúrgica para evitar que podamos rozar nuestra bata estéril con soportes o sábanas no estériles.
- Siempre en el momento de la colocación nuestras manos deben estar protegidas por la propia sábana para evitar riesgo de contaminación con el propio paciente a la hora de desplegar la sábana.
- Es recomendable colocar las sábanas desde el centro del sitio quirúrgico hacia la zona periférica.
- Solo se considera estéril la parte superior de la mesa quirúrgica una vez que el campo ya está colocado.
- El material como aspiradores, bisturí eléctricos deben quedar fijados de forma correcta para que no se movilicen durante la cirugía y evitemos el riesgo de contaminación.